EL EXTRAÑO MÁS TRISTE
Sólo
la brisa marina agita llena el espacio vacío
donde
alguna vez te observe sentado,
donde
tu cabello se agitaba
mientras
el color de tus ojos se perdía con el del mar;
a
veces grises, a veces verdes, a veces azules.
Nada
será igual,
te
observaba de lejos
y
eras el extraño más triste de mis tardes grises;
tanto
que sólo contemplarte me hacía perder
todo
rastro de mi tristeza, para preguntarme:
¿él
por qué está triste?
El
frío de la temporada,
las
gaviotas extraviadas
y
el golpe de las olas en el muro alto del bulevar,
que
te empapa y tú apenas parpadeas.
7 semanas
y ni un día faltabas,
tu
presencia me hacía olvidarme de mis
ideas suicidas,
y huir
de mi la imagen mía siendo comida por esa mar embravecida.
Ya
no estás,
hace
tres días que no sé nada de tu vida.
Nadie
más te vio, nadie de ti se acordó.
Ni
un transeúnte, ni un pescador, ni las parejas habituales.
¿Quién
eras? ¿Por qué te has perdido?
Tres
días me han bastado para saber
lo
importante que te convertiste en mi vida.
Tres
día y por fin me animo a ocupar la banca vacía
y
ser mojada por esa agua salada que se mezcla con mis lágrimas.
Y
el susurro de las olas me envuelve,
llueve
y te me pierdes,
parece
que te olvido y en el silencio que me ha envuelto,
pido
al señor porque bendiga tu presencia que tanto me ha servido.
No
estoy sola, estás a mi lado, ¡oh señor desconocido!,
siento
tu mano cálida en la frialdad de mis dedos
y sonrío
al mar, del cual un beso se ha desprendido.
Ahora
sé quién eras…
mi
amante marino,
dios
triste y compungido,
que
una sonrisa me ha permitido.
HACIA LA LIBERACIÓN
Me
enfrento a ti cada mañana,
cada
tarde, cada instante.
Escapo
en lo relativo, de tu transcurrir silencio
y
al mismo tiempo bullicioso.
Me
altera los sentidos,
me
pierdo el instinto de saber el por qué me llevas contigo.
¿Me
dejarás alguna vez descansar?,
en
mis sueños lucidos,
¿podre
de ti escapar?
Y
ni en ellos me dejas,
te
incubas en mi ser
y
me devuelves a la realidad.
Quisiera
odiarte
y
torturarte como tú has hecho conmigo.
Quisiera
amarte
y consolarte
como tú has hecho cuando necesito el olvido.
Voy
a ti y las olas pesadas me empapan,
la
lluvia me baña y el astro rey se me pierde,
y
te me vuelves intimidante, grande, gigante.
Es
como si desaparecieras y me envolvieras,
como
si la fugacidad de mi mirada perdida en tu representante,
me
hiciera morir en cada sonido hipnotizante.
Me
he perdido;
el
espacio donde habito, nada le significo;
mi
gateo se ha perdido, mis primeros pasos,
mi
primera carrera, mi andar trotando
o caminando
para llegar a algún lado.
Todo
ha pasado,
me
he mantenido erguida,
y
siento que aún con ello,
se
me escapa la vida.
Mi
cuerpo vive regido a existencia,
y
yo esclavizada al aparato que inventamos por ti.
Mi
deterioro es mi pase de salida,
es
mi evolución a la ligereza de donde provengo;
donde
tus medidas no existen,
donde
soy eterna y tu incesante tic tac no me martilla.
Despierto
de mañana,
el
reloj suena y sonrío.
¡Estoy
viva señor tiempo!
Y
mientras lo esté,
seguiré
caminando hacia la liberación,
con
la que me has oprimido día a día,
libre de ti, libre al fin.
País: México
libre de ti, libre al fin.
País: México
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